El último fin de semana del año es el momento perfecto para aprovechar lo que Madrid tiene para ofrecer antes de despedir el 2024. Entre los planes más destacados, la ciudad se llena de experiencias gastronómicas y culturales para todos los gustos. Desde la innovadora cocina canaria que marca tendencia en el restaurante Mune, hasta el Ciclo Grandes Oyentes, que ofrece a las familias una experiencia musical única, Madrid se convierte en el escenario ideal para hacer de este fin de semana algo especial.. Seguir leyendo
El PAÍS también recomienda un viaje a través de la comida en Mune o Gofio y después de disfrutar de un buen plan en familia
El último fin de semana del año es el momento perfecto para aprovechar lo que Madrid tiene para ofrecer antes de despedir el 2024. Entre los planes más destacados, la ciudad se llena de experiencias gastronómicas y culturales para todos los gustos. Desde la innovadora cocina canaria que marca tendencia en el restaurante Mune, hasta el Ciclo Grandes Oyentes, que ofrece a las familias una experiencia musical única, Madrid se convierte en el escenario ideal para hacer de este fin de semana algo especial.. Mune, con su propuesta que fusiona la tradición libanesa y los sabores madrileños, es una parada imprescindible para quienes buscan una experiencia culinaria única. Mientras tanto, el Ciclo Grandes Oyentes, con sus conciertos diseñados para bebés y niños, se consolida como uno de los eventos más esperados por las familias, transformando la música en un regalo sensorial para los más pequeños.. Aprovecha este último fin de semana del año para sumergirte en los sabores y sonidos de Madrid y cerrar el 2024 con nuevas experiencias que marcarán el ritmo.. Música para los más pequeños. El Ciclo Grandes Oyentes regresa en 2025 para consolidarse como un referente cultural para las familias madrileñas. En su tercera temporada, esta innovadora propuesta busca acercar la música clásica, el jazz y el flamenco a los más pequeños, con conciertos diseñados para bebés y niños de hasta 4 años, acompañados de sus familias.. La experiencia intergeneracional comienza este mes con un concierto inaugural en la Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes. Abraham Cupeiro, reconocido por su habilidad con instrumentos de viento históricos, liderará esta sesión acompañado por Yera de Alba al piano y Nerea Vera en la percusión. El espectáculo promete ser un viaje sonoro único, ideal para estas fechas navideñas.. Además de los conciertos, Grandes Oyentes incorpora el Espacio Palpar, una zona interactiva donde las familias pueden explorar instrumentos musicales, dibujar y participar en actividades antes y después de las actuaciones. Este entorno fomenta el aprendizaje sensorial y refuerza la conexión emocional con la música.. El ciclo pequeños oyentes en el Circulo de Bellas Artes.. Desde su fundación en 2012, Grandes Oyentes no solo organiza eventos, sino que lidera investigaciones sobre el impacto de la música en el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños. Reconocida con el Premio Nacional de Juventud en Cultura 2022, la organización colabora con instituciones como Carnegie Hall y el Royal College of Music, reafirmando su compromiso con la innovación cultural desde la primera infancia. Con citas ya confirmadas para febrero, marzo, mayo y junio de 2025, Grandes Oyentes sigue marcando el compás de la cultura familiar en Madrid.. Un viaje a Canarias sin salir de Madrid. Gofio (Calle del Caballero de Gracia, 20) es el embajador de la comida canaria en Madrid. Desde el 2015 reinterpreta los sabores de las islas y los presenta como un viaje único. “Queríamos hablar de Canarias desde un prisma diferente, mostrar su profundidad y su herencia”, explican los responsables del restaurante. En su propuesta, el menú degustación es el protagonista: un recorrido por las raíces aborígenes, las influencias de España, Portugal y América, y el producto local reinterpretado con creatividad. Platos como el icónico caldo de millo, las croquetas de pollo o el bocadillo de vendimia destacan por su sencillez y sabor evocador.. Los dueños de Gofio Safe Cruz y Aida González en su local en Madrid, en una foto cedida.. La acogida ha sido inmejorable. Lo que comenzó como un espacio para curiosos se ha convertido en un referente en la ciudad, donde cada bocado cuenta una historia de la cocina isleña. “No es una gastronomía especialmente comercial, pero es fascinante y satisfactoria. Cambiamos el menú constantemente para mantener viva esa narrativa”, señalan.. Para hacer de Gofio un planazo para el fin de semana se recomienda antes de comer una parada en Taberna La Dolores, en el Barrio de las Letras, para disfrutar de una caña perfectamente tirada y unos aperitivos clásicos como las anchoas o el matrimonio. Y para finalizar la noche, los cócteles en Lavapiés de la coctelería Savas completan una experiencia que promete ser inolvidable.. La tradición libanesa que conquista Madrid. En pleno corazón de Madrid, Mune (calle de Pelayo, 57) se ha convertido en un puente entre Oriente Medio y España, llevando consigo la riqueza de la gastronomía libanesa. El proyecto nació casi por accidente: en 2019, la complicada situación política en Líbano llevó a uno de sus fundadores a buscar un nuevo hogar en Europa. “Madrid destacaba como una ciudad llena de oportunidades empresariales y con una calidad de vida inigualable”, explica.. En noviembre de 2020, en plena pandemia, abrió el primer Mune en la calle Pelayo, en el barrio de Justicia. El concepto, basado en una cocina fresca y mediterránea con opciones vegetarianas y veganas, fue un éxito inmediato. Los mezzes —platos para compartir similares a las tapas españolas, pero enriquecidos con especias de Oriente Medio— encantaron a los madrileños. Dos años después, la acogida ha sido tan positiva que Mune cuenta ya con un segundo local en el Barrio de las Letras y un tercero en camino.. Mezzes del restaurante Mune, en Madrid, en una foto cedida.christiangarciaph. En Mune, los clásicos como el hummus, el tabulé o el kibbe son imprescindibles, aunque cada local tiene sus platos estrella: el kafta bi tahini en Justicia y el fatte de gambas en Prado. El nombre del restaurante rinde homenaje a una tradición libanesa ancestral: conservar los sabores del verano en frascos para disfrutarlos durante el invierno, un ritual que inspira la decoración del espacio.. Ya sea antes o después de Mune se recomienda una tarde de arte en el Museo del Prado o ir a comer tras recorrer las tiendas de Justicia.
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