¿Realmente les apetece volver a juntarse? ¿Es necesidad artística vital, o es necesidad de seguir en el candelabro? ¿O será cuestión económica? Leer
¿Realmente les apetece volver a juntarse? ¿Es necesidad artística vital, o es necesidad de seguir en el candelabro? ¿O será cuestión económica? Leer
Como proclamaba la fantástica Raffaella Carrà, «los rumores son siempre rumores». Ella perteneció a la industria discográfica en el momento en el que las disqueras gozaban de una verdadera edad de oro. Momento en el que la rumorología formaba parte de todos aquellos artistas superventas. Pero esos dimes y diretes, aquellas leyendas, ¿eran reales o estaban creadas por los magnates del sector para seguir manteniendo vivo el negocio? Quién sabe.. ¿Es verdad que la discográfica obligó al cantante fenómeno fan de turno a inventarse una novia para ocultar su homosexualidad y así no decaer en el business? ¿Es verdad, como se dijo en su día, que la CBS de los primerizos Mecano inventó la muerte de Ana Torroja para confirmar si realmente era el grupo del momento según fueran las reacciones? Servidor pensaba que estas patrañas formaban parte de la prehistoria, que a día de hoy quien dicta el triunfo de un artista es él mismo con sus creaciones, sus conciertos y la utilización de otros mecanismos, léase redes sociales; al fin y al cabo, cada vez se venden menos discos y por tanto, cesan las presiones externas y se puede ser más independiente. Si es eso lo que se desea.. Acudo expectante, cual cuestión de Estado, a lo que se esconde detrás del hermetismo y secretismo del regreso de Amaia Montero a La Oreja de Van Gogh. Si todo esto, incluso el enfado por parte de la cantante con una íntima amiga por desvelar la posible reconciliación -Amaia, desbloquéala. Pobrecita Cayetana, que lo hizo sin querer-, está relacionado con una campaña de marketing para dar que hablar, simplemente es perfecta. Si es que así lo han elegido todos ellos. Además, harán servicio público contentando a todos sus fans fatales que ansían como agua de mayo el reencuentro. Si responde a otros motivos (parece ser que es la mala relación entre todos los implicados) me produce más vértigo.. La Oreja de Van Gogh es un gran grupo pop que se formó en la escena independiente del llamado Donosti Sound a finales de los años 90. Amigos que se juntaron para formar una banda y pasarlo bien. Al fin y al cabo, es lo que ha de imperar cuando decides dedicarte a la música. ¿Se tragó la industria el espíritu inicial del grupo? ¿Realmente les apetece volver a juntarse? ¿Es necesidad artística vital, o es necesidad de seguir en el candelabro (como decía Sofía Mazagatos) ¿O será cuestión económica? Puede ser. Tampoco pasaría nada. No serán los primeros ni los últimos. ¿A quién no le gusta el dinero? A mí el primero, pero en materia musical soy mas naíf y la única pretensión que me mueve a seguir con mi grupo, Nancys Rubias, después de 20 años, es pasarlo bomba y ser cada día más amigos, además de compañeros. Un lujo recorrerse España en la Nancy Furgo todos juntos. No lo dejo por nada.
Cultura // elmundo