Tras su paso por el Centro Dramático Nacional, Edgar Córcoles vuelve a Madrid con Manual básico de lengua de signos para romper corazones, un proyecto de Roberto Pérez Toledo.
Una historia de amor en el que sus protagonistas van a descubrir los signos necesarios para romperse el corazón el uno al otro, al tiempo que averiguan que hay historias de amor que llegan para ayudarte a descubrir quién eres.
Por ser lector de EL PAÍS, participa en el concurso y consigue una entrada doble para asistir a las funciones de los días 18 y 19 de junio en el Teatro Infanta Isabel.
En una fría tarde de invierno en Madrid, Lucho y Jaime se conocen por casualidad y, a pesar de las barreras del lenguaje —Lucho es sordo—, inician una relación marcada por la curiosidad, el deseo y el aprendizaje mutuo. Mientras Jaime se esfuerza por comunicarse vocalmente, Lucho le introduce en la lengua de signos, y entre paseos, juegos y silencios compartidos, nace un amor que se construye a trompicones. Sin embargo, a medida que se desvelan secretos y emociones profundas, como la relación de Lucho con su hermana Juana, también sorda, la historia se tambalea. ¿Cómo se rompe un corazón en lengua de signos? Tal vez hay sentimientos que es mejor no aprender a expresar.
Participa y consigue una entrada doble para disfrutar de esta obra en el Teatro Infanta Isabel EL PAÍS
Tras su paso por el Centro Dramático Nacional, Edgar Córcoles vuelve a Madrid con Manual básico de lengua de signos para romper corazones, un proyecto de Roberto Pérez Toledo.
Una historia de amor en el que sus protagonistas van a descubrir los signos necesarios para romperse el corazón el uno al otro, al tiempo que averiguan que hay historias de amor que llegan para ayudarte a descubrir quién eres.
Por ser lector de EL PAÍS, participa en el concurso y consigue una entrada doble para asistir a las funciones de los días 18 y 19 de junio en el Teatro Infanta Isabel.
En una fría tarde de invierno en Madrid, Lucho y Jaime se conocen por casualidad y, a pesar de las barreras del lenguaje —Lucho es sordo—, inician una relación marcada por la curiosidad, el deseo y el aprendizaje mutuo. Mientras Jaime se esfuerza por comunicarse vocalmente, Lucho le introduce en la lengua de signos, y entre paseos, juegos y silencios compartidos, nace un amor que se construye a trompicones. Sin embargo, a medida que se desvelan secretos y emociones profundas, como la relación de Lucho con su hermana Juana, también sorda, la historia se tambalea. ¿Cómo se rompe un corazón en lengua de signos? Tal vez hay sentimientos que es mejor no aprender a expresar.
