El amor y la amistad son ramas del mismo árbol, apeado por el hacha de la traición en esta comedia primeriza de Shakespeare. Declan Donnellan ha escogido Los dos hidalgos de Verona para dar continuidad al reparto de nueve actores de La vida es sueño, de Calderón de la Barca, su primera coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que a pesar de su nombre carece de elenco fijo. Acostumbrado a trabajar para teatros nacionales de Europa oriental, con compañías estables en las que la continuidad de los actores favorece su compenetración artística (el Pushkin moscovita, el Ivan Vazov de Sofía, el Marin Sorescu de Craiova…), el director británico ha procurado establecer una dinámica similar en su colaboración con esta unidad del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, aunque la relación contractual del INAEM con sus intérpretes no sea equiparable a la que mantienen sus homólogos del Este europeo.
No en vano, la productora creada por Donnellan y el escenógrafo Nick Ormerod en 1981 se llama Cheek by Jowl, expresión que suele traducirse libremente como Codo con codo. A su parecer, el teatro ha de hacerse todos a una. Los dos hidalgos de Verona arranca con un diálogo entre Proteo y Valentín, amigos a los que el título alude, que son uña y carne. Alfredo Noval y Manuel Moya, sus intérpretes, mantienen una relación empática, cierta y pareja, con mucho contacto. Noval, el Segismundo de La vida es sueño, actor táctil, muy presente, plantea siempre una oposición recia a sus interlocutores, cuando los tiene; cuando no, parece estar en un conflicto abierto con el universo mismo. En sus escenas compartidas, Moya sigue la línea de su antagonista, le opone una fuerza equivalente: ha crecido mucho desde La vida es sueño acá.
Ya en aquella ocasión, Donnellan introdujo al rey Basilio como testigo de escenas en las que Calderón no le había dado vela. También en Los dos hidalgos… pone a Julia y a Silvia, amadas de los coprotagonistas, como testigos mudos del encuentro donde el Duque desbarata el plan de Valentín. O coloca a Proteo como un maniquí manoseable durante el diálogo donde Lucetta le explica a su señora por qué este pretendiente suyo le parece el preferible. Y hace gráfica la rivalidad latente entre las dos enamoradas poniendo a una de ellas como interlocutora callada del soliloquio de la otra.
Irene Serrano le imprime a Julia instantáneamente unos cambios de ánimo infernales, imposibles de anticipar: le mete quina a su personaje, hasta llevarlo a su punto de humo cómico. La Silvia de Rebeca Matellán tiene una bella presencia ingrávida. Goizalde Núñez hace una creación cómica fantástica del bufonesco criado de Proteo. La puesta en escena, muy bien coreografiada, gira en torno a un panel fijo que hace la misma función que la vela tendida de lado a lado en los tablados donde Lope de Rueda representaba sus pasos.
Lope trató con más gracia el tema del vínculo entre la amistad y el amor en La boda entre dos maridos, título nada conocido
En esta pieza inspirada en La Diana (1559) de Jorge de Montemayor, escritor portugués en lengua castellana, Shakespeare anticipa alguno de los temas y de los leitmotivs que aparecerán posteriormente en Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano, Como gustéis, Noche de Reyes… No obstante, el juego que da, tiene un interés relativo frente a las comedias posteriores del Bardo. Lope de Vega trató con más gracia el tema del vínculo entre la amistad y el amor en La boda entre dos maridos, título nada conocido. Es de suponer que la CNTC, LaZona y Cheek by Jowl, sus coproductores, venderán Los dos hidalgos… con mayor facilidad que un lopedevega ignoto, de cara a la gira internacional que tienen todas las puestas en escena de Donnellan.
El amor y la amistad son ramas del mismo árbol, apeado por el hacha de la traición en esta comedia primeriza de Shakespeare. Declan Donnellan ha escogido Los dos hidalgos de Verona para dar continuidad al reparto de nueve actores de La vida es sueño, de Calderón de la Barca, su primera coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que a pesar de su nombre carece de elenco fijo. Acostumbrado a trabajar para teatros nacionales de Europa oriental, con compañías estables en las que la continuidad de los actores favorece su compenetración artística (el Pushkin moscovita, el Ivan Vazov de Sofía, el Marin Sorescu de Craiova…), el director británico ha procurado establecer una dinámica similar en su colaboración con esta unidad del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, aunque la relación contractual del INAEM con sus intérpretes no sea equiparable a la que mantienen sus homólogos del Este europeo.No en vano, la productora creada por Donnellan y el escenógrafo Nick Ormerod en 1981 se llama Cheek by Jowl, expresión que suele traducirse libremente como Codo con codo. A su parecer, el teatro ha de hacerse todos a una. Los dos hidalgos de Verona arranca con un diálogo entre Proteo y Valentín, amigos a los que el título alude, que son uña y carne. Alfredo Noval y Manuel Moya, sus intérpretes, mantienen una relación empática, cierta y pareja, con mucho contacto. Noval, el Segismundo de La vida es sueño, actor táctil, muy presente, plantea siempre una oposición recia a sus interlocutores, cuando los tiene; cuando no, parece estar en un conflicto abierto con el universo mismo. En sus escenas compartidas, Moya sigue la línea de su antagonista, le opone una fuerza equivalente: ha crecido mucho desde La vida es sueño acá.Ya en aquella ocasión, Donnellan introdujo al rey Basilio como testigo de escenas en las que Calderón no le había dado vela. También en Los dos hidalgos… pone a Julia y a Silvia, amadas de los coprotagonistas, como testigos mudos del encuentro donde el Duque desbarata el plan de Valentín. O coloca a Proteo como un maniquí manoseable durante el diálogo donde Lucetta le explica a su señora por qué este pretendiente suyo le parece el preferible. Y hace gráfica la rivalidad latente entre las dos enamoradas poniendo a una de ellas como interlocutora callada del soliloquio de la otra.Irene Serrano le imprime a Julia instantáneamente unos cambios de ánimo infernales, imposibles de anticipar: le mete quina a su personaje, hasta llevarlo a su punto de humo cómico. La Silvia de Rebeca Matellán tiene una bella presencia ingrávida. Goizalde Núñez hace una creación cómica fantástica del bufonesco criado de Proteo. La puesta en escena, muy bien coreografiada, gira en torno a un panel fijo que hace la misma función que la vela tendida de lado a lado en los tablados donde Lope de Rueda representaba sus pasos.Lope trató con más gracia el tema del vínculo entre la amistad y el amor en La boda entre dos maridos, título nada conocidoEn esta pieza inspirada en La Diana (1559) de Jorge de Montemayor, escritor portugués en lengua castellana, Shakespeare anticipa alguno de los temas y de los leitmotivs que aparecerán posteriormente en Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano, Como gustéis, Noche de Reyes… No obstante, el juego que da, tiene un interés relativo frente a las comedias posteriores del Bardo. Lope de Vega trató con más gracia el tema del vínculo entre la amistad y el amor en La boda entre dos maridos, título nada conocido. Es de suponer que la CNTC, LaZona y Cheek by Jowl, sus coproductores, venderán Los dos hidalgos… con mayor facilidad que un lopedevega ignoto, de cara a la gira internacional que tienen todas las puestas en escena de Donnellan. Seguir leyendo EL PAÍS
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia
La doble inconstancia, en el amor y en la amistad, es el tema de esta comedia primeriza de Shakespeare, en la que Declan Donnellan hace una labor de equipo notable con la CNTC


El amor y la amistad son ramas del mismo árbol, apeado por el hacha de la traición en esta comedia primeriza de Shakespeare. Declan Donnellan ha escogido Los dos hidalgos de Verona para dar continuidad al reparto de nueve actores de La vida es sueño, de Calderón de la Barca, su primera coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que a pesar de su nombre carece de elenco fijo. Acostumbrado a trabajar para teatros nacionales de Europa oriental, con compañías estables en las que la continuidad de los actores favorece su compenetración artística (el Pushkin moscovita, el Ivan Vazov de Sofía, el Marin Sorescu de Craiova…), el director británico ha procurado establecer una dinámica similar en su colaboración con esta unidad del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, aunque la relación contractual del INAEM con sus intérpretes no sea equiparable a la que mantienen sus homólogos del Este europeo.
No en vano, la productora creada por Donnellan y el escenógrafo Nick Ormerod en 1981 se llama Cheek by Jowl, expresión que suele traducirse libremente como Codo con codo. A su parecer, el teatro ha de hacerse todos a una. Los dos hidalgos de Verona arranca con un diálogo entre Proteo y Valentín, amigos a los que el título alude, que son uña y carne. Alfredo Noval y Manuel Moya, sus intérpretes, mantienen una relación empática, cierta y pareja, con mucho contacto. Noval, el Segismundo de La vida es sueño, actor táctil, muy presente, plantea siempre una oposición recia a sus interlocutores, cuando los tiene; cuando no, parece estar en un conflicto abierto con el universo mismo. En sus escenas compartidas, Moya sigue la línea de su antagonista, le opone una fuerza equivalente: ha crecido mucho desde La vida es sueño acá.
Ya en aquella ocasión, Donnellan introdujo al rey Basilio como testigo de escenas en las que Calderón no le había dado vela. También en Los dos hidalgos… pone a Julia y a Silvia, amadas de los coprotagonistas, como testigos mudos del encuentro donde el Duque desbarata el plan de Valentín. O coloca a Proteo como un maniquí manoseable durante el diálogo donde Lucetta le explica a su señora por qué este pretendiente suyo le parece el preferible. Y hace gráfica la rivalidad latente entre las dos enamoradas poniendo a una de ellas como interlocutora callada del soliloquio de la otra.
Irene Serrano le imprime a Julia instantáneamente unos cambios de ánimo infernales, imposibles de anticipar: le mete quina a su personaje, hasta llevarlo a su punto de humo cómico. La Silvia de Rebeca Matellán tiene una bella presencia ingrávida. Goizalde Núñez hace una creación cómica fantástica del bufonesco criado de Proteo. La puesta en escena, muy bien coreografiada, gira en torno a un panel fijo que hace la misma función que la vela tendida de lado a lado en los tablados donde Lope de Rueda representaba sus pasos.
Lope trató con más gracia el tema del vínculo entre la amistad y el amor en La boda entre dos maridos, título nada conocido
En esta pieza inspirada en La Diana (1559) de Jorge de Montemayor, escritor portugués en lengua castellana, Shakespeare anticipa alguno de los temas y de los leitmotivs que aparecerán posteriormente en Romeo y Julieta, Sueño de una noche de verano, Como gustéis, Noche de Reyes… No obstante, el juego que da, tiene un interés relativo frente a las comedias posteriores del Bardo. Lope de Vega trató con más gracia el tema del vínculo entre la amistad y el amor en La boda entre dos maridos, título nada conocido. Es de suponer que la CNTC, LaZona y Cheek by Jowl, sus coproductores, venderán Los dos hidalgos… con mayor facilidad que un lopedevega ignoto, de cara a la gira internacional que tienen todas las puestas en escena de Donnellan.
Los dos hidalgos de Verona
Texto: William Shakespeare. Adaptación: Declan Donnellan y Nick Ormerod. Dirección: D. Donnellan.
Intérpretes. Manuel Moya, Alfredo Noval, Antonio Prieto, Irene Serrano, Goizalde Núñez, Rebeca Matellán, Jorge Basante, Prince Ezeanyim, Alberto Gómez Taboada y Jorge Basanta.
Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 1 de junio.Festival de Almagro, en julio.
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Sobre la firma

Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de ‘El Independiente’ y ‘El Público’, donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.
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