El triunfo del nacionalsocialismo mutó el pensamiento de Herbert Marcuse y le llevó a reorientar su trabajo por la vía de la teoría crítica de la sociedad. Su salida al exilio generó una discontinuidad con su trayectoria, estrechamente vinculada a Heidegger. Su incorporación al Instituto para la Investigación Social supuso el abandono de su primer proyecto de investigación, su distanciamiento de la filosofía heideggeriana y la adopción de los planteamientos centrales de Horkheimer.. Dicho cambio se aprecia en sus artículos en la revista de dicho instituto de 1934 a 1941, publicados por Trotta en una muy cuidada edición de José Manuel Romero Cuevas. Romero subraya la actualidad de Marcuse tanto teórica como política en un momento como el presente. Son textos que transmiten mensajes iluminadores en la oscuridad del presente.. Los temas que aborda son la lucha contra el liberalismo en la concepción totalitaria del Estado, el mito naturalista, el existencialismo, el concepto de esencia, la cultura burguesa, la filosofía y la teoría crítica, las diversas facetas del hedonismo y las implicaciones sociales de la tecnología moderna. La perspectiva es la teoría crítica de la sociedad que considera que el contenido de la filosofía no permanece invariable con el paso del tiempo, sino que sus enseñanzas adquieren nueva luz con el cambio de la situación histórica.. Muestra cómo no pocos elementos de la concepción totalitaria del Estado se encuentran ya en germen en la teoría liberal. El giro del Estado liberal al totalautoritario se realiza sobre el mismo suelo social. Es el propio liberalismo el que da lugar al Estado totalitario. Ambos tienen la misma base económica: el capitalismo. Considera que el existencialismo acaba filosóficamente con la negación total de su propio origen y que la lucha contra la razón le lleva a tenderse ciegamente en los brazos de los poderes dominantes, Al servir a estos poderes traiciona aquella gran filosofía que una vez celebró como la cumbre del pensamiento occidental. Liberalismo y totalitarismo constituyen dos fases sucesivas del capitalismo.. En su reflexión sobre el concepto de la esencia Marcuse establece una relación fundamental de esta con la praxis social. En la concepción materialista de la sociedad y de la historia, el concepto de la esencia deja de ser un concepto de la teoría pura y no encuentra su complimiento en el mero pensamiento, sino que se convierte en la idea rectora de la praxis transformadora bajo la guía del ejercicio de la razón crítica en la esfera pública, como ya defendiera Kant en su respuesta a la pregunta: “¿Qué es la Ilustración?”.. Su teoría crítica se encuentra unida al materialismo en dos momentos: en la preocupación por la libertad y la felicidad de los seres humanos y en la convicción de que esa felicidad y libertad solo pueden conseguirse a través de la transformación de las condiciones materiales de la existencia. Caracteriza el materialismo como un planteamiento moral y político. Una vez que su teoría de la sociedad reconoce las relaciones económicas como responsables de la totalidad del mundo y capta la conexión social completa de la realidad, la filosofía entendida como ciencia independiente de dicha conexión se torna superflua.. Seguir leyendo
El triunfo del nacionalsocialismo mutó el pensamiento de Herbert Marcuse y le llevó a reorientar su trabajo por la vía de la teoría crítica de la sociedad. Su salida al exilio generó una discontinuidad con su trayectoria, estrechamente vinculada a Heidegger. Su incorporación al Instituto para la Investigación Social supuso el abandono de su primer proyecto de investigación, su distanciamiento de la filosofía heideggeriana y la adopción de los planteamientos centrales de Horkheimer.Dicho cambio se aprecia en sus artículos en la revista de dicho instituto de 1934 a 1941, publicados por Trotta en una muy cuidada edición de José Manuel Romero Cuevas. Romero subraya la actualidad de Marcuse tanto teórica como política en un momento como el presente. Son textos que transmiten mensajes iluminadores en la oscuridad del presente.Los temas que aborda son la lucha contra el liberalismo en la concepción totalitaria del Estado, el mito naturalista, el existencialismo, el concepto de esencia, la cultura burguesa, la filosofía y la teoría crítica, las diversas facetas del hedonismo y las implicaciones sociales de la tecnología moderna. La perspectiva es la teoría crítica de la sociedad que considera que el contenido de la filosofía no permanece invariable con el paso del tiempo, sino que sus enseñanzas adquieren nueva luz con el cambio de la situación histórica.Muestra cómo no pocos elementos de la concepción totalitaria del Estado se encuentran ya en germen en la teoría liberal. El giro del Estado liberal al totalautoritario se realiza sobre el mismo suelo social. Es el propio liberalismo el que da lugar al Estado totalitario. Ambos tienen la misma base económica: el capitalismo. Considera que el existencialismo acaba filosóficamente con la negación total de su propio origen y que la lucha contra la razón le lleva a tenderse ciegamente en los brazos de los poderes dominantes, Al servir a estos poderes traiciona aquella gran filosofía que una vez celebró como la cumbre del pensamiento occidental. Liberalismo y totalitarismo constituyen dos fases sucesivas del capitalismo.En su reflexión sobre el concepto de la esencia Marcuse establece una relación fundamental de esta con la praxis social. En la concepción materialista de la sociedad y de la historia, el concepto de la esencia deja de ser un concepto de la teoría pura y no encuentra su complimiento en el mero pensamiento, sino que se convierte en la idea rectora de la praxis transformadora bajo la guía del ejercicio de la razón crítica en la esfera pública, como ya defendiera Kant en su respuesta a la pregunta: “¿Qué es la Ilustración?”.Su teoría crítica se encuentra unida al materialismo en dos momentos: en la preocupación por la libertad y la felicidad de los seres humanos y en la convicción de que esa felicidad y libertad solo pueden conseguirse a través de la transformación de las condiciones materiales de la existencia. Caracteriza el materialismo como un planteamiento moral y político. Una vez que su teoría de la sociedad reconoce las relaciones económicas como responsables de la totalidad del mundo y capta la conexión social completa de la realidad, la filosofía entendida como ciencia independiente de dicha conexión se torna superflua. Seguir leyendo
Crítica Literaria. Crítica. Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia. Liberalismo y totalitarismo son dos fases sucesivas del capitalismo. Los artículos del pensador tras el triunfo del nazismo iluminan la actual oscuridad. El filósofo y sociólogo germanoestadounidense Herbert Marcuse, en Berlín en 1967.Globe Photos / ZUMA Press / Alamy / CORDON PRESS. El triunfo del nacionalsocialismo mutó el pensamiento de Herbert Marcuse y le llevó a reorientar su trabajo por la vía de la teoría crítica de la sociedad. Su salida al exilio generó una discontinuidad con su trayectoria, estrechamente vinculada a Heidegger. Su incorporación al Instituto para la Investigación Social supuso el abandono de su primer proyecto de investigación, su distanciamiento de la filosofía heideggeriana y la adopción de los planteamientos centrales de Horkheimer.. Más información. Dicho cambio se aprecia en sus artículos en la revista de dicho instituto de 1934 a 1941, publicados por Trotta en una muy cuidada edición de José Manuel Romero Cuevas. Romero subraya la actualidad de Marcuse tanto teórica como política en un momento como el presente. Son textos que transmiten mensajes iluminadores en la oscuridad del presente.. Los temas que aborda son la lucha contra el liberalismo en la concepción totalitaria del Estado, el mito naturalista, el existencialismo, el concepto de esencia, la cultura burguesa, la filosofía y la teoría crítica, las diversas facetas del hedonismo y las implicaciones sociales de la tecnología moderna. La perspectiva es la teoría crítica de la sociedad que considera que el contenido de la filosofía no permanece invariable con el paso del tiempo, sino que sus enseñanzas adquieren nueva luz con el cambio de la situación histórica.. Muestra cómo no pocos elementos de la concepción totalitaria del Estado se encuentran ya en germen en la teoría liberal. El giro del Estado liberal al totalautoritario se realiza sobre el mismo suelo social. Es el propio liberalismo el que da lugar al Estado totalitario. Ambos tienen la misma base económica: el capitalismo. Considera que el existencialismo acaba filosóficamente con la negación total de su propio origen y que la lucha contra la razón le lleva a tenderse ciegamente en los brazos de los poderes dominantes, Al servir a estos poderes traiciona aquella gran filosofía que una vez celebró como la cumbre del pensamiento occidental. Liberalismo y totalitarismo constituyen dos fases sucesivas del capitalismo.. En su reflexión sobre el concepto de la esencia Marcuse establece una relación fundamental de esta con la praxis social. En la concepción materialista de la sociedad y de la historia, el concepto de la esencia deja de ser un concepto de la teoría pura y no encuentra su complimiento en el mero pensamiento, sino que se convierte en la idea rectora de la praxis transformadora bajo la guía del ejercicio de la razón crítica en la esfera pública, como ya defendiera Kant en su respuesta a la pregunta: “¿Qué es la Ilustración?”.. Su teoría crítica se encuentra unida al materialismo en dos momentos: en la preocupación por la libertad y la felicidad de los seres humanos y en la convicción de que esa felicidad y libertad solo pueden conseguirse a través de la transformación de las condiciones materiales de la existencia. Caracteriza el materialismo como un planteamiento moral y político. Una vez que su teoría de la sociedad reconoce las relaciones económicas como responsables de la totalidad del mundo y capta la conexión social completa de la realidad, la filosofía entendida como ciencia independiente de dicha conexión se torna superflua.. Herbert Marcuse. Edición y traducción de José Manuel Romero Cuevas. Trotta, 2025. 240 páginas. 22 euros. Búsquelo en su librería. Tu suscripción se está usando en otro dispositivo. ¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?. Añadir usuarioContinuar leyendo aquí. Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.. ¿Por qué estás viendo esto?. Flecha. Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.. Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.. ¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.. En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.. Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.. Normas ›. Mis comentariosNormas. Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos. Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus.. Más información. Archivado En. Cultura. Libros. Crítica literaria. Ensayo. Política. Filosofía. Sociología. Nazismo. Extrema derecha. Liberalismo político. Adolf Hitler. Si está interesado en licenciar este contenido, pinche aquí. _. Últimas noticias. 07:0706:5506:5506:55. Lo más visto
EL PAÍS