La cantante lanza su primer disco, ‘Amoríos’, en el que disecciona la crisis por la que pasó su relación con el guitarrista flamenco Yerai Cortés Leer
La cantante lanza su primer disco, ‘Amoríos’, en el que disecciona la crisis por la que pasó su relación con el guitarrista flamenco Yerai Cortés Leer
Esta que está a punto de comenzar es la historia de Tania García Martínez (El Campello, Alicante, 1987), pero por extensión es también la de Yerai Cortés. Y la de Yerai, a quien recordarán del documental que le ha dedicadoAntón Álvarez -o C. Tangana-, es la de La Tania, con el artículo así, en mayúsculas. La historia de un binomio indivisible, de cuya división, valga la contradicción, nació Amoríos. La verdad de mi coplilla, el primer disco de ella. Que es la cosmogonía de ambos.. Porque una Tania de 24 años se enamoró de un gitanillo que ni llegaba a la mayoría de edad, con el que unos meses después ya vivía en Madrid, como si él fuera el mundo. Tanto lo era que cuando en la vida del guitarrista flamenco apareció otra chica llegaron los celos, la ruptura, el desfase, la huida hacia París, la soledad, la nostalgia y, claro, el regreso a sus brazos. Todo eso es lo que compone Amoríos, la «verdad» de La Tania a ritmo de copla, flamenco y fusión urbana. Y, por si fuera poco, toda ella está compuesta por Yerai. Ella pone la voz; él, la letra de todas las canciones.. «Esa es una de las cosas de las que más orgullosa estoy porque me ha demostrado la complicidad que tengo con él. Yo me siento creadora de estas canciones. Él me las ha dado, pero yo luego me he sentado con él y le he cambiado lo que no era cómo me sentía. Al contar nuestra historia, se ha reforzado la pareja y el orgullo que sentimos», apunta La Tania.. Cuando La Tania en Monigote le canta a Yerai «parece que mi autoestima por tu culpa se había muerto. Y no sabes la de hombres que se acercan a mi puerta» lo escribe él. También cuando en Besitos de otro le dice «es tanto lo que lloré al ver mi casa manchada de besos de otro querer». Y cuando en Mal d’amores enuncia «sola con mi aguardiente y que nadie me lo quite porque es el que a mí me entiende». «Yo ahí sentía celos por una chica que había conocido Yerai, pero a la vez en mi viaje a París encontré un poder femenino en ser una tía de treinta y pico años y me di cuenta de que no me podía comparar con nadie. Yo empiezo a ligar con tíos y, por ejemplo, Monigote es mi manera de decirle a Yerai que es eso, un monigote. Aunque siempre he querido que fuera de forma irónica, como hacían las copleras».. Eres Rocío Jurado en ‘Ese hombre’.. Es que a mí me gustan esas canciones de despecho y yo ahí no quería compasión. Si te pesan mis dolores, haberlo pensado mejor y ahora te jodes. Pero siempre desde la interpretación. Por eso elegí la copla, es la música que tiene más pasión, más secretos, más vivencias, más traición… Me describe perfectamente.. Hablabas de un poder femenino, ¿este proceso ha venido acompañado de un empoderamiento?. Totalmente, eso está dentro de mi búsqueda. He vivido la frustración, la inseguridad, todo, pero lo que ha quedado es el empoderamiento. He notado un cambio en mí y tiene que ver con toda la libertad y la liberación que siento al contar mi experiencia.. ¿Qué tenías necesidad de contar?. Tampoco ha sido una necesidad como tal, pero nos dimos cuenta que teníamos este disco en mitad de una crisis. Ahí iba Yerai componiendo canciones e íbamos hablando del proceso en pareja. Y de repente un día nos dimos cuenta de que había un disco. Todo ha sido desde las vísceras, este es un trabajo visceral. Y tuvimos que parar porque podíamos haber seguido.. Viendo lo que le cantas en ‘Besitos de otro’ o ‘Mal d’amores’ la crisis era grande.. Ahí tenía tanto dolor que empecé a salir con amigos, viajaba, tenía un vacío tan grande que necesitaba llenarlo. Lo rellenaba saliendo, bebiendo, volviéndome un poco loca. Me sentía una mujer destrozada y me parecía poético contarlo. Mal d’amores es la que recuerdo con más dolor, es el momento de tocar fondo. El disco empieza por el conflicto, pasa por no entender de qué va el amor y ahí el dolor me atraviesa de tal forma que me hundo y me vengo abajo.. La Tania.José Aymá. «Estando con Yerai me he dado cuenta de la cantidad de racismo que hay entre los payos y los gitanos». ¿Cómo tocaste fondo en aquel momento?. Me siento engañada por lo que me han contado del amor. Me hubiese encantado tener mejores referentes porque soy de una generación que tenía el amor completamente romantizado. El amor era Pearl Harbour y Leyendas de pasión, por eso me he pegado una hostia tan grande. No tenía herramientas, no entendía qué sentía y de esto me doy cuenta ahora hablando contigo, no lo había pensado mucho.. Además vuestra relación empieza siendo los dos jovencitos. Sí, yo ya era más mayor, tengo ocho años más que Yerai, y eso ha sido un juicio muy grande. Por la raza porque él es gitano y yo soy paya, por la edad porque soy ocho años mayor… Él tenía 17 años y yo 24, quizás tenía alguna experiencia más, pero éramos unos críos. Yo entiendo todo lo que ha tenido que pasar Yerai y entiendo mis propias experiencias. Necesitaba vivir todo esto.. ¿Te has sentido juzgada por tener esa relación?. Hemos tenido que pelear mucho por nuestra relación, al principio nadie daba un duro por ella. Creo que eso nos ha unido. Pero fue duro, me he sentido juzgada y me ha hecho plantearme cosas. Porque si una tía conoce a un chico ocho años más pequeño hay un juicio tremendo y al contrario lo estamos viendo todo el rato. ¿Por qué yo no puedo conocer a una persona más joven si veo relaciones de hombres mucho más mayores que sus novias? Esa es una de las cosas que más he sufrido, lo de la raza también.. ¿Por qué?. Porque yo soy paya y él es gitano y estando con él me he dado cuenta de la cantidad de racismo que hay por ambas partes.. ¿Has roto con la romantización del amor?. Sí, se ha roto afortunadamente porque me parece que es algo tóxico. A día de hoy sigo sin saber qué es el amor, pero agradezco enormemente no romantizarlo ya. Mola que hablemos y reflexionemos de esto porque es la forma de encontrar herramientas. .. «He vivido la frustración y la inseguridad, pero lo que ha quedado en mí es el empoderamiento». Y, tras todo eso, el disco es casi una declaración de amor eterno hacia Yerai en su parte final.. Estando en París me doy cuenta de que quiero volver y estar con él. Ahí compone Yerai Los almendros, que es tan bonita. Tengo la sensación de que Yerai va a ser siempre una de las personas más importantes de mi vida. Me gustaría que pase lo que pase estuviéramos cerca siempre.. El cierre es también esa coplilla que le dedicas a C. Tangana. ¿Qué importancia tiene él en todo este proceso?. Yo estoy súper agradecida a Pucho, es un buen amigo y siempre he sentido un gran apoyo suyo en todo lo que estaba haciendo. Es un pedazo de artista y ha sido un confidente porque hemos ido preguntándole todo y ha vivido muy cerca este proceso.. ¿Cuánto te ha costado llegar hasta aquí?. Me ha costado muchas lágrimas, mucho esfuerzo porque no es un trabajo fácil este. Y creo que va a seguir sin serlo, pero me gusta cantar y siento una gran pasión por lo que hago. Y a nivel personal he pasado dos años difíciles, pero no me siento más especial que nadie por ello. Hay gente que pasa por cosas muchísimos peores, yo hablo de amor. Aunque para mí fuese un drama, quiero poner en valor que hoy cosas más dolorosas.. Tienes 37 años, una edad poco habitual para tener un primer disco. ¿Pensaste que nunca lo tendrías?. Me he hecho esa pregunta muchas veces, creo que artísticamente pasa todo el rato. Yo también soy actriz y me cuestiono que vaya a hacer una película o una serie. Con el disco me lo he planteado muchas veces, sobre todo si iba a poder vivir de esto, si va a perdurar en el tiempo. Pero con todos los artistas que hablo se hacen las mismas preguntas.
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