El cineasta catalán tiene por delante aún la exhibición de su documental taurino en una decena de festivales europeos y asiáticos Leer
El cineasta catalán tiene por delante aún la exhibición de su documental taurino en una decena de festivales europeos y asiáticos Leer
«El problema solo fue en España». Con esa frase hizo acto de presencia Albert Serra en Nueva York para presentar su documental Tardes de soledad, en el que sigue al torero Andrés Roca Rey en la plaza. En el director catalán habitaba el «miedo» a que la tauromaquia, inexistente en la vida del estadounidense medio y dotada de un evidente componente local, ni se expusiera ni se entendiera fuera de las fronteras españolas. Nada más lejos de la realidad.. La película, que ya venía con la Concha de Oro ganada en San Sebastián, no solo se ha mostrado en el New York Film Festival sino que, al igual que ya sucedió en España, ha sido acogida con entusiasmo entre la prensa especializada de Estados Unidos. En The Hollywood Reporter, David Rooney califica el proyecto de Albert Serra como «hipnótico» y «angustioso» hasta conformar «un documental feroz». «Cualquiera con un umbral bajo para la crueldad hacia los animales encontrará que este documental es desgarrador, pero para aquellos con estómago para ello, el documental es un estudio único de disciplina, bravuconería, concentración y espectáculo».. Elogios similares ha cosechado Tardes de soledad en la prestigiosa revista Variety, donde se afirma que el proyecto muestra «la vida del matador en toda su absurda belleza y su obsceno derramamiento de sangre» para conseguir «un notable documental». El crítico, Guy Lodge también señala que la película de Serra es «un correctivo duro e hipnótico a las representaciones cinematográficas más nobles de este controvertido deporte sangriento», en el que el catalán dibuja «un amplio espacio para las propias respuestas emocionales del espectador».. El recorrido internacional de la cinta, que llegará a las salas españolas a principios de 2025, no se circunscribe únicamente a su paso por Nueva York. Serra también presentó Tardes de soledad el pasado 10 de octubre en el Festival du Nouveau Cinéma de Montreal y ayer fue su premiere francesa en el Festival de Le Roche sur Yon -habrá un segundo pase el sábado-. En las próximas semanas también se verá en la Viennale de la capital austriaca, el festival de documentales de Jilava (Rumanía), el de cine de Colonia, el de Popoli en Florencia, el de Tokio, el de Montpellier y el AFI Fest de Los Ángeles. A ellos se suman además los de Sevilla y Gijón en nuestro país y algunos internacionales más que aún no han anunciado su agenda.. Albert Serra, en la presentación de ‘Tardes de soledad’ en Nueva YorkGetty. Una gira internacional que podría apuntalar una candidatura para los Oscar en la categoría de documental. Para ello, Tardes de soledad debería cumplir con uno de los tres requisitos que exige la Academia de Hollywood: estar una semana en cartelera en Los Ángeles, San Francisco, Nueva York, Chicago, Dallas o Atlanta; premio en un festival calificador, entre los que no se incluye San Sebastián, o ser la película internacional española, que la Academia otorgó a Segundo premio. Aunque dos están cerradas, la opción del estreno en salas aún está abierta. De hecho, una posibilidad es que se produzca un estreno técnico a las puertas de las nominaciones, una estrategia habitual entre los cineastas elegibles.. Ese podría ser el broche final para un proyecto que, además de la Concha de Oro, contó con el aplauso unánime de la crítica española pese a que la tauromaquia se ha convertido desde hace años en uno de los puntos de fricción política en nuestra país. Ahí se encuadra, por ejemplo, la eliminación del Premio Nacional de Tauromaquia que el Ministerio de Cultura anunció el pasado mes de mayo o que el ministro, Ernest Urtasun, durante la gala de entrega, no aplaudiera a los galardonados de años anteriores. Un gesto afeado por El Juli, uno de los galardonados, al final del acto.. Precisamente el ministro fue interpelado sobre la película de Serra en el Festival de San Sebastián y aludió a la «libertad de expresión» y «la libertad de creación» para defender Tardes de soledad. «No sé qué ángulo adopta, pero tome la posición que tome el documental, me encantará verla. […] Cuando vea la película, me formaré una opinión, y mi militancia en defensa del bienestar de los animales creo que es sobradamente conocida», defendía Urtasun.
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