Jorge Blass habla con entusiasmo de la magia y va a llevar ambas emociones al Poliorama durante un mes, del 28 de noviembre al 22 de diciembre. El espectáculo se llama Flipar, palabra que según la RAE quiere decir quedar o estar maravillado, asombrado o extrañado. Hay efectos como convertir en invisibles a dos espectadores, teletransportaciones, etc, pero también rutinas que son miniaturas históricas de la magia. Por ejemplo, la manipulación. “Ahí no hay artificios, es la esencia de la magia. René Lavand decía que era la credencial de la magia”. Y recupera un juego de cartas que vio hacer a Tamariz en la televisión cuando tenía seis años. “Me impresionó y he querido recuperarlo, hacerlo mío. El espectáculo exige camiones de transporte, pero este efecto se hace con una baraja y un rotulador. Eso basta para fascinar al público. La magia es eso, emoción”. Este juego lo repitió en octubre en una actuación promocional abierta en un centro comercial de Barcelona. “El mago Dai Vernon se lo hizo a Houdini (1874-1926) y éste no entendió nada. Yo quise repetirlo el 31 de octubre, el día del aniversario de la muerte de este gran escapista”.
La creación de Flipar llevó dos años de trabajo y la colaboración de más de 20 personas de distintos países. Se estrenó en Madrid hace unos dos años. Ha tardado mucho en llegar a Barcelona. ¿Es que cuando un mago de grandes ilusiones, como Mago Pop, está en un teatro no es prudente estrenar al mismo tiempo en otro escenario de la misma ciudad? “No, en absoluto. Hemos tenido que esperar el momento oportuno. Ambos hemos coincidido en Madrid sin problemas. Creo que si el público sale contento de un espectáculo ayuda al otro porque querrá ir a verlo”. Muy al tanto de las investigaciones que la neurociencia hace sobre la magia, un arte que engaña al cerebro no a la vista, Blass sostiene que los magos han jugado con la anticipación, la memoria o el olvido durante muchísimos años sin tener conocimientos científicos. “Luego llegaron magos, auténticos sabios, como Ascanio o Gabi Pareras, cuyas teorías pusieron nombre a lo que hacían los magos sin nombrarlo, sin saberlo”.
Blass es conocido por sus ilusiones en el escenario, pero su dedicación a la magia se extiende a otros menesteres. Es productor de jóvenes artistas. Por ejemplo, de Inmagic. “Se trata de devolver algo de todo lo que me ha dado la magia. Hay magos muy populares en las redes, como la cordobesa Inmagic, pero que no tienen los conocimientos para levantar un espectáculo. Hay que descubrir su nueva magia, llena de retos. Inmagic mezcla la magia con el baile Kpop”. Asesora trucos teatrales (La Bella i la Bèstia, Matilda), da conferencias a empresarios sobre los conceptos de la magia (“trabajamos con la innovación, la credibilidad, con la sorpresa y las empresas han entendido que pueden sacar partido a este tipo de aprendizajes”) y organiza en Madrid un festival internacional de magia cuya edición número 15 en el Price tendrá cinco semanas de duración. Un festival que trajo a Barcelona un año y…nunca más. “No es un proyecto fácil a nivel privado. Lo hacemos de la mano del Ayuntamiento, que se lo toma como un festival de la ciudad. En Barcelona nos faltó apoyo institucional para poder sostenerlo a pesar de que supone un retorno buenísimo para la ciudad que lo acoge”. Miembro de una ONG de magos (Abracadabra) que actúan en hospitales y centros asistenciales, la recaudación del 3 de diciembre en el Poliorama irá íntegramente a la Fundació Pasqual Maragall.
Hace años impulsó con otros amigos un programa de magia en Cuatro, Nada x aquí, que invitaba al escenario de su plató a muy buenos artistas. Ahora la magia de televisión parece que sólo sabe ser callejera. “La magia en la televisión necesita nuevos formatos. Tiene el lastre de quienes hacen trucos de cámara que hunden la confianza del espectador. Hay artistas honestos como David Blaine que hace una magia real, sin trampas de cámara. Y tiene éxito. El resto son atajos. Lo peor de la magia es que no te la creas”. Este año, tras actuar en el off Broadway y en el exclusivo Magic Castle de Los Ángeles, recibió el premio que concede la Academia de las Artes Mágicas de Hollywood, el primero en 60 años que se otorga a un ilusionista español. Blass guarda el secreto sobre un proyecto de espectáculo de 24 horas fuera de los teatros.
La magia en los grandes escenarios de Barcelona no es habitual. Recientemente hemos visto, por ejemplo, en el Tívoli a Yunke -Yunke volverá al Apolo- o al Mago Pop en el teatro de su propiedad, el Victoria. La magia circula habitualmente por salas más pequeñas, pero eso no quiere decir que sea pequeña la magia que se hace allí (Cincómonos, Somnia magic bar, Teatreneu, Club Piola, LaOff, Café Teatro Tinta Roja, Luz de Gas, Magia Bcn, Museo Clan Destino, Teatre Gaudí…). Reabre el teatro Muntaner donde estará determinados viernes (ver web de la sala) Isaac Jurado, notable practicante de magia cómica. Y Hausson, el único ilusionista con el Premio Nacional de Cultura de la Generalitat, traerá al Teatre la Gleva, entre el 18 de diciembre y 5 de enero, El saló de les meravelles, un gran recital de magia de cámara. Sírvanse.
El ilusionista presentará ‘Flipar’ durante un mes en el Poliorama EL PAÍS
Jorge Blass habla con entusiasmo de la magia y va a llevar ambas emociones al Poliorama durante un mes, del 28 de noviembre al 22 de diciembre. El espectáculo se llama Flipar, palabra que según la RAE quiere decir quedar o estar maravillado, asombrado o extrañado. Hay efectos como convertir en invisibles a dos espectadores, teletransportaciones, etc, pero también rutinas que son miniaturas históricas de la magia. Por ejemplo, la manipulación. “Ahí no hay artificios, es la esencia de la magia. René Lavand decía que era la credencial de la magia”. Y recupera un juego de cartas que vio hacer a Tamariz en la televisión cuando tenía seis años. “Me impresionó y he querido recuperarlo, hacerlo mío. El espectáculo exige camiones de transporte, pero este efecto se hace con una baraja y un rotulador. Eso basta para fascinar al público. La magia es eso, emoción”. Este juego lo repitió en octubre en una actuación promocional abierta en un centro comercial de Barcelona. “El mago Dai Vernon se lo hizo a Houdini (1874-1926) y éste no entendió nada. Yo quise repetirlo el 31 de octubre, el día del aniversario de la muerte de este gran escapista”.
La creación de Flipar llevó dos años de trabajo y la colaboración de más de 20 personas de distintos países. Se estrenó en Madrid hace unos dos años. Ha tardado mucho en llegar a Barcelona. ¿Es que cuando un mago de grandes ilusiones, como Mago Pop, está en un teatro no es prudente estrenar al mismo tiempo en otro escenario de la misma ciudad? “No, en absoluto. Hemos tenido que esperar el momento oportuno. Ambos hemos coincidido en Madrid sin problemas. Creo que si el público sale contento de un espectáculo ayuda al otro porque querrá ir a verlo”. Muy al tanto de las investigaciones que la neurociencia hace sobre la magia, un arte que engaña al cerebro no a la vista, Blass sostiene que los magos han jugado con la anticipación, la memoria o el olvido durante muchísimos años sin tener conocimientos científicos. “Luego llegaron magos, auténticos sabios, como Ascanio o Gabi Pareras, cuyas teorías pusieron nombre a lo que hacían los magos sin nombrarlo, sin saberlo”.
Blass es conocido por sus ilusiones en el escenario, pero su dedicación a la magia se extiende a otros menesteres. Es productor de jóvenes artistas. Por ejemplo, de Inmagic. “Se trata de devolver algo de todo lo que me ha dado la magia. Hay magos muy populares en las redes, como la cordobesa Inmagic, pero que no tienen los conocimientos para levantar un espectáculo. Hay que descubrir su nueva magia, llena de retos. Inmagic mezcla la magia con el baile Kpop”. Asesora trucos teatrales (La Bella i la Bèstia, Matilda), da conferencias a empresarios sobre los conceptos de la magia (“trabajamos con la innovación, la credibilidad, con la sorpresa y las empresas han entendido que pueden sacar partido a este tipo de aprendizajes”) y organiza en Madrid un festival internacional de magia cuya edición número 15 en el Price tendrá cinco semanas de duración. Un festival que trajo a Barcelona un año y…nunca más. “No es un proyecto fácil a nivel privado. Lo hacemos de la mano del Ayuntamiento, que se lo toma como un festival de la ciudad. En Barcelona nos faltó apoyo institucional para poder sostenerlo a pesar de que supone un retorno buenísimo para la ciudad que lo acoge”. Miembro de una ONG de magos (Abracadabra) que actúan en hospitales y centros asistenciales, la recaudación del 3 de diciembre en el Poliorama irá íntegramente a la Fundació Pasqual Maragall.
Hace años impulsó con otros amigos un programa de magia en Cuatro, Nada x aquí, que invitaba al escenario de su plató a muy buenos artistas. Ahora la magia de televisión parece que sólo sabe ser callejera. “La magia en la televisión necesita nuevos formatos. Tiene el lastre de quienes hacen trucos de cámara que hunden la confianza del espectador. Hay artistas honestos como David Blaine que hace una magia real, sin trampas de cámara. Y tiene éxito. El resto son atajos. Lo peor de la magia es que no te la creas”. Este año, tras actuar en el off Broadway y en el exclusivo Magic Castle de Los Ángeles, recibió el premio que concede la Academia de las Artes Mágicas de Hollywood, el primero en 60 años que se otorga a un ilusionista español. Blass guarda el secreto sobre un proyecto de espectáculo de 24 horas fuera de los teatros.
La magia en los grandes escenarios de Barcelona no es habitual. Recientemente hemos visto, por ejemplo, en el Tívoli a Yunke -Yunke volverá al Apolo- o al Mago Pop en el teatro de su propiedad, el Victoria. La magia circula habitualmente por salas más pequeñas, pero eso no quiere decir que sea pequeña la magia que se hace allí (Cincómonos, Somnia magic bar, Teatreneu, Club Piola, LaOff, Café Teatro Tinta Roja, Luz de Gas, Magia Bcn, Museo Clan Destino, Teatre Gaudí…). Reabre el teatro Muntaner donde estará determinados viernes (ver web de la sala) Isaac Jurado, notable practicante de magia cómica. Y Hausson, el único ilusionista con el Premio Nacional de Cultura de la Generalitat, traerá al Teatre la Gleva, entre el 18 de diciembre y 5 de enero, El saló de les meravelles, un gran recital de magia de cámara. Sírvanse.