Desde que Mad Men terminó hace una década, Jon Hamm (San Luis, Estados Unidos, 54 años) se había mantenido en un segundo plano con papeles secundarios, algunos tan jugosos como el villano de la quinta temporada de Fargo o el magnate tecnológico de la tercera de The Morning Show. Pero hasta que no llegó Vicios ocultos (estreno el viernes 11 en Apple TV+), no había vuelto a la primera línea. “Me habían ofrecido algunas cosas, pero por una razón u otra, no me parecieron las opciones adecuadas. Aun así, he estado bastante ocupado”, dice. Ahora ha descubierto que no es lo mismo protagonizar una serie cuando se tiene treinta y tantos, como cuando empezó a encarnar al icónico publicista Don Draper, que hacerlo pasados los cincuenta. “Desde el punto de vista de la energía y de, simplemente, hacer todo este trabajo… Es mucho más duro hacerlo a los cincuenta y tantos que a los treinta y tantos. Se lo decía a un par de amigos que también protagonizan series, ahora es más duro. Pero aún es muy satisfactorio. Me gusta ser el protagonista, me gusta el trabajo y la responsabilidad, es lo que hago y creo que lo hago bastante bien”, dice a EL PAÍS en una videollamada el último día de marzo.. Seguir leyendo
El actor de ‘Mad Men’ vuelve a un papel protagonista con ‘Vicios ocultos’, una historia sobre las miserias de los ricos. “Nos gusta ver que lo tienen todo y aun así son desgraciados. Dices ‘ja ja, mira a esos pobres estúpidos”
Desde que Mad Men terminó hace una década, Jon Hamm (San Luis, Estados Unidos, 54 años) se había mantenido en un segundo plano con papeles secundarios, algunos tan jugosos como el villano de la quinta temporada de Fargo o el magnate tecnológico de la tercera de The Morning Show. Pero hasta que no llegó Vicios ocultos (estreno el viernes 11 en Apple TV+), no había vuelto a la primera línea. “Me habían ofrecido algunas cosas, pero por una razón u otra, no me parecieron las opciones adecuadas. Aun así, he estado bastante ocupado”, dice. Ahora ha descubierto que no es lo mismo protagonizar una serie cuando se tiene treinta y tantos, como cuando empezó a encarnar al icónico publicista Don Draper, que hacerlo pasados los cincuenta. “Desde el punto de vista de la energía y de, simplemente, hacer todo este trabajo… Es mucho más duro hacerlo a los cincuenta y tantos que a los treinta y tantos. Se lo decía a un par de amigos que también protagonizan series, ahora es más duro. Pero aún es muy satisfactorio. Me gusta ser el protagonista, me gusta el trabajo y la responsabilidad, es lo que hago y creo que lo hago bastante bien”, dice a EL PAÍS en una videollamada el último día de marzo.. Más información. El final de ‘Mad Men’, ¿adiós a una era?. Tiene sentido que la persona que dio vida a Don Draper sea quien encarne a Coop, el protagonista de Vicios ocultos. Andrew Cooper, Coop, es un hombre hecho a sí mismo, que ha ido subiendo en la escala social hasta lograr el sueño americano: enorme vivienda unifamiliar, cochazo, familia perfecta, trabajo en la élite. Todo se desmorona cuando su esposa le es infiel con su mejor amigo y a él lo echan del trabajo. Pero en lugar de desplomarse desde ese rascacielos del que caía Don Draper en la cabecera de Mad Men, Coop se aferra a lo que tenía, y lo hará robando en las mansiones de sus amigos y vecinos. Nadie mejor que él, que sigue dentro de ese mundo, para saber cuándo salen, cuándo entran, dónde tienen sus mejores relojes o qué objetos no echarán de menos y puede vender en el mercado negro. Evidentemente, todo se irá complicando.. En ‘Vicios ocultos’, Jon Hamm interpreta a Coop, un hombre que empieza a robar a sus vecinos de un lujoso barrio residencial tras ser despedido del trabajo.. En Vicios ocultos, su creador, Jonathan Tropper, quería examinar el mundo del privilegio y la riqueza, un entorno que conocía bien desde pequeño. Tampoco es un ambiente desconocido para Jon Hamm. “Crecí en un barrio parecido a este. Yo no era parte de ese entorno pero sí fue donde crecí”, explica el actor. “Lo veía desde fuera, y eso de los clubes de campo y todo eso me resultaba muy ajeno, pero era amigo de mucha gente que vivía esa vida. Hay muchas similitudes, incluso con cómo era en los años ochenta, cuando yo crecí. Es un patio de recreo muy rico para situar esta historia. Hay algo muy emocionante en mirar a este grupo de gente tremendamente privilegiada y ver que ellos tampoco son exactamente felices. Como nosotros”.. La serie da la oportunidad a Hamm de mostrar diferentes facetas como actor: desde la más dramática hasta un lado más cómico e irónico que le gusta explotar siempre que puede. En ese camino por el drama y la comedia que propone la serie le acompañan otras actrices que ya han desarrollado esas dos vertientes, Amanda Peet y Olivia Munn. Ese tono peculiar le sirve a la serie para unirse a uno de los subgéneros favoritos de la televisión actual: explorar las miserias de los ricos. “Hay algo en verles y juzgarles críticamente que te hace sentir mejor, ver a esa gente que, entre comillas, lo tienen todo y aun así son desgraciados. Lo ves y dices ‘ja ja, mira a esos pobres estúpidos’. Pero a la vez hay algo muy aspiracional en ver tanto esta como The White Lotus. Creo que la gente ve estas series y dice ‘si yo tuviera todo eso, si tuviera todo ese dinero, no sería así. Yo sería la versión buena de eso”, piensa Hamm.. Amanda Peet y Jon Hamm, en ‘Vicios ocultos’.. Es inevitable comparar a Don Draper y Coop, dos hombres que, aunque de épocas diferentes, comparten situación de privilegio y excelente percha. Jon Hamm parece tener la respuesta preparada cuando se le pregunta por las similitudes entre los dos personajes. “Sí que tienen un parecido, es verdad”, ríe. “Los dos están muy involucrados en lo que solemos llamar el sueño americano, pero mientras que Don lo vende, Coop lo ha comprado. Los dos están haciendo las paces con el hecho de que parecen haber conseguido lo que querían y, aun así, hay un vacío, una sensación de no estar completos. Con Don todo eso era como un castillo de naipes porque se construyó con cimientos deshonestos y falsos. Y con Coop creo que es un poco más la sensación de: ¿esto es todo?, ¿qué tiene sentido realmente? Y esa es una pregunta interesante para hacerse: ¿cuál es la finalidad de todo este trabajo?, ¿acumular cosas que al final no tienen sentido y terminarán en un vertedero, o acumular cosas más significativas pero etéreas, como relaciones, familia o un legado?”, reflexiona el actor.. Hamm es muy consciente de que le debe todo profesionalmente a Mad Men. “Sin duda fue lo primero que fue significativo y relevante en mi carrera, tuvo un gran impacto cultural y siempre estaré conectado a ella”, dice ahora sobre la ficción creada por Matthew Weiner por la que terminó logrando el premio Emmy al mejor actor tras ocho nominaciones por el mismo papel. “La serie aguanta la prueba del tiempo, es todavía maravillosa y hay mucho que puedes sacar de ella cuando la vuelves a ver. Mucha gente me ha dicho que están empezando a verla con sus hijos, que ahora ya son suficientemente mayores. Una nueva generación está descubriéndola y eso significa mucho para mí porque quiere decir que he hecho algo que la gente sigue disfrutando”.. Jon Hamm, como Don Draper en un instante de la quinta temporada de ‘Mad Men’.. Pero la sombra de Don Draper es alargada y todavía hoy, cuando está a punto de cumplirse 10 años del final de la serie, es inevitable que se le pregunte a Jon Hamm por la historia de los publicistas neoyorquinos. ¿Cuesta mucho quitarse de encima a Don Draper? “Se va volviendo más fácil con el tiempo. Han pasado 10 años desde el final, 20 desde que empezamos a rodarla, en 2005. Es mucho tiempo. Ya no pienso mucho en Don Draper, pero me gusta hablar de él con la gente. Sigue siendo un momento fantástico de mi vida, pero es un momento de mi vida que ocurrió hace ya bastante”, responde, parece que resignado a seguir cargando con el peso de Draper todavía durante un tiempo más. Posiblemente, de por vida.
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