El sector andaluz de la Cultura ha mostrado su más profundo rechazo ante la decisión de la Junta de Andalucía de destinar una subvención directa “de carácter excepcional” de 600.000 euros, provenientes de “varios remanentes” de la Consejería de Cultura, para sufragar la celebración del II Congreso de Hermandades y Cofradías, que se celebra entre el 4 y el 8 de diciembre en Sevilla. Esos fondos sobrantes van destinados al Consejo de Hermandades y Cofradías, una entidad privada. “Sentimos que nos están tomando el pelo, ¿cómo se puede hablar de que hay dinero sobrante en la Consejería de Cultura, cuando al sector cultural no nos sobra nada, al contrario, nos falta una inversión pública que llevamos años demandando”, se lamenta Nines Carrascal, miembro de la junta directiva de la Asociación de Distribución Escénica Andaluza (ADEA).
Ella es una de las impulsoras de la carta de 15 entidades han remitido a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, para manifestar su “sorpresa y estupefacción” porque la administración andaluza “adjudique directamente una cantidad tan importante a una entidad privada” cuando “para la promoción de todo el sector del teatro, la música, la danza y el circo en Andalucía apenas se destina el doble de esa cantidad durante todo el año”, según indica la misiva. “Llevamos años escuchando por parte de la consejería que no hay fondos suficientes y soportando recorte. No pueden vendernos ese discurso y ahora encontrarnos con que hay remanentes”, indica Raquel Madrid, responsable de comunicación de la Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza (PAD), que es la que encabeza el escrito, cuya reclamación comparten, entre otras, la Asociación de Cineastas de Andalucía que también este jueves exigió conocer “de qué partidas sin ejecutar” provienen los fondos destinados al Congreso Internacional de Cofradías.
Esta subvención extraordinaria se aprobó en el pasado Consejo de Gobierno del 26 de noviembre, apenas una semana antes del arranque de un macroevento cofrade que lleva meses preparándose. Su organización y seguridad ha supuesto un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento hispalense, porque el congreso culmina con una procesión magna donde, además de algunas de las imágenes más representativas de la ciudad, salen pasos venidos de otros municipios cercanos, con lo que se espera una afluencia extra de más de un millón de personas, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, que con las luces navideñas encendidas atrae hasta el centro a los sevillanos de los barrios y de la periferia, y el partido de Liga entre el Real Betis y el F.C. Barcelona. El consistorio ha destinado 2.450.000 euros para el evento, repartidos entre Policía Local, Bomberos, limpieza o movilidad, entre otros.
La aprobación de esta subvención por la vía de excepción y con tan estrecho margen en relación con su celebración, incrementa las sospechas del sector andaluz de la Cultura. “Da la sensación de que ese dinero ya estaba previsto que se fuera a destinar a eso y lo han cambiado de cajón, pero eso es un agravio para nuestro sector. Por eso queremos que se nos explique su origen y este movimiento de ultimísima hora”, abunda Carrascal. “Si hay un sobrante, que nos lo adjudiquen a nosotros, pero a través de un procedimiento ordinario”, añade.
“Se les entrega de manera directa a una entidad privada, cuando nosotros tenemos que seguir unos procedimientos con una burocracia estrangulante”, insiste Carrascal. Y es que en la carta también se hace alusión al “procedimiento tan poco usual como es una subvención de carácter excepcional”. Fuentes de la Consejería esgrimen que ese mecanismo está justificado “por razones de interés público, económico y social” debido al impacto económico del congreso y todas las actividades culturales y científicas, como exposiciones o conciertos.
Casi un millón de euros por ingresos privados
Los organizadores del congreso, la Archidiócesis de Sevilla y el Consejo de Hermandades, ya se han ingresado 755.000 euros, provenientes de la venta de las sillas para ver la procesión en el recorrido oficial y otros 225.000 que han recibido por las inscripciones de los participantes, la mayoría de hermandades de la capital andaluza. Estos fondos se destinarán a cubrir las necesidades del evento y un 30% se destinará a obra social.
Desde el ámbito de la Cultura llaman la atención sobre la situación del sector de las artes escénicas que “se encuentra exhausto”, como recalca Carrascal. “Nosotros somos sector productivo andaluz, somos empresas, tenemos trabajadores, creamos empleo, somos productores de talento, pero no estamos apoyados por la Consejería, por eso nos sentimos interpelados cuando nos enteramos de que hay dinero sobrante. Es una burla”, añade. En la carta se aportan datos de esa reducción presupuestaria: En 2016, el sector escénico andaluz solicitó ayudas por un total de 3,2 millones de euros, de los que se concedió el 28% (900.000 euros). En 2023, solicitó por 7,4 millones, pero en la resolución definitiva las ayudas se otorgaron a 50 de los 185 proyectos presentados, que representaron un 19% del total solicitado (1,4 millones). “Pero es que además esas ayudas son trampa porque en relación con el proyecto son pequeñas y eso acaba repercutiendo en la calidad del espectáculo, en los sueldos, provocando que nuestros espectáculos tengan menor capacidad competitiva que otros que se montan en otros territorios”, indica.
Mientras desde la Consejería de Cultura se trata de minimizar la polémica generada por el desconcierto y el enfado del sector, apelando a que “mantiene un contacto directo y permanente con los sectores culturales y creativos de Andalucía”, desde la PAD recalcan lo contrario. “La consejera no se ha reunido con nosotros. Queremos que nos cuenten cuál es la política cultural. Aún seguimos esperando que se destine el 2% del presupuesto a la cultura”, indica Madrid, destacando otras de las reivindicaciones de la carta. “La unidad del sector andaluz es impresionante”, advierte.
El sector andaluz de la Cultura ha mostrado su más profundo rechazo ante la decisión de la Junta de Andalucía de destinar una subvención directa “de carácter excepcional” de 600.000 euros, provenientes de “varios remanentes” de la Consejería de Cultura, para sufragar la celebración del II Congreso de Hermandades y Cofradías, que se celebra entre el 4 y el 8 de diciembre en Sevilla. Esos fondos sobrantes van destinados al Consejo de Hermandades y Cofradías, una entidad privada. “Sentimos que nos están tomando el pelo, ¿cómo se puede hablar de que hay dinero sobrante en la Consejería de Cultura, cuando al sector cultural no nos sobra nada, al contrario, nos falta una inversión pública que llevamos años demandando”, se lamenta Nines Carrascal, miembro de la junta directiva de la Asociación de Distribución Escénica Andaluza (ADEA).Ella es una de las impulsoras de la carta de 15 entidades han remitido a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, para manifestar su “sorpresa y estupefacción” porque la administración andaluza “adjudique directamente una cantidad tan importante a una entidad privada” cuando “para la promoción de todo el sector del teatro, la música, la danza y el circo en Andalucía apenas se destina el doble de esa cantidad durante todo el año”, según indica la misiva. “Llevamos años escuchando por parte de la consejería que no hay fondos suficientes y soportando recorte. No pueden vendernos ese discurso y ahora encontrarnos con que hay remanentes”, indica Raquel Madrid, responsable de comunicación de la Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza (PAD), que es la que encabeza el escrito, cuya reclamación comparten, entre otras, la Asociación de Cineastas de Andalucía que también este jueves exigió conocer “de qué partidas sin ejecutar” provienen los fondos destinados al Congreso Internacional de Cofradías.Esta subvención extraordinaria se aprobó en el pasado Consejo de Gobierno del 26 de noviembre, apenas una semana antes del arranque de un macroevento cofrade que lleva meses preparándose. Su organización y seguridad ha supuesto un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento hispalense, porque el congreso culmina con una procesión magna donde, además de algunas de las imágenes más representativas de la ciudad, salen pasos venidos de otros municipios cercanos, con lo que se espera una afluencia extra de más de un millón de personas, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, que con las luces navideñas encendidas atrae hasta el centro a los sevillanos de los barrios y de la periferia, y el partido de Liga entre el Real Betis y el F.C. Barcelona. El consistorio ha destinado 2.450.000 euros para el evento, repartidos entre Policía Local, Bomberos, limpieza o movilidad, entre otros.La aprobación de esta subvención por la vía de excepción y con tan estrecho margen en relación con su celebración, incrementa las sospechas del sector andaluz de la Cultura. “Da la sensación de que ese dinero ya estaba previsto que se fuera a destinar a eso y lo han cambiado de cajón, pero eso es un agravio para nuestro sector. Por eso queremos que se nos explique su origen y este movimiento de ultimísima hora”, abunda Carrascal. “Si hay un sobrante, que nos lo adjudiquen a nosotros, pero a través de un procedimiento ordinario”, añade.“Se les entrega de manera directa a una entidad privada, cuando nosotros tenemos que seguir unos procedimientos con una burocracia estrangulante”, insiste Carrascal. Y es que en la carta también se hace alusión al “procedimiento tan poco usual como es una subvención de carácter excepcional”. Fuentes de la Consejería esgrimen que ese mecanismo está justificado “por razones de interés público, económico y social” debido al impacto económico del congreso y todas las actividades culturales y científicas, como exposiciones o conciertos.Casi un millón de euros por ingresos privadosLos organizadores del congreso, la Archidiócesis de Sevilla y el Consejo de Hermandades, ya se han ingresado 755.000 euros, provenientes de la venta de las sillas para ver la procesión en el recorrido oficial y otros 225.000 que han recibido por las inscripciones de los participantes, la mayoría de hermandades de la capital andaluza. Estos fondos se destinarán a cubrir las necesidades del evento y un 30% se destinará a obra social.Desde el ámbito de la Cultura llaman la atención sobre la situación del sector de las artes escénicas que “se encuentra exhausto”, como recalca Carrascal. “Nosotros somos sector productivo andaluz, somos empresas, tenemos trabajadores, creamos empleo, somos productores de talento, pero no estamos apoyados por la Consejería, por eso nos sentimos interpelados cuando nos enteramos de que hay dinero sobrante. Es una burla”, añade. En la carta se aportan datos de esa reducción presupuestaria: En 2016, el sector escénico andaluz solicitó ayudas por un total de 3,2 millones de euros, de los que se concedió el 28% (900.000 euros). En 2023, solicitó por 7,4 millones, pero en la resolución definitiva las ayudas se otorgaron a 50 de los 185 proyectos presentados, que representaron un 19% del total solicitado (1,4 millones). “Pero es que además esas ayudas son trampa porque en relación con el proyecto son pequeñas y eso acaba repercutiendo en la calidad del espectáculo, en los sueldos, provocando que nuestros espectáculos tengan menor capacidad competitiva que otros que se montan en otros territorios”, indica.Mientras desde la Consejería de Cultura se trata de minimizar la polémica generada por el desconcierto y el enfado del sector, apelando a que “mantiene un contacto directo y permanente con los sectores culturales y creativos de Andalucía”, desde la PAD recalcan lo contrario. “La consejera no se ha reunido con nosotros. Queremos que nos cuenten cuál es la política cultural. Aún seguimos esperando que se destine el 2% del presupuesto a la cultura”, indica Madrid, destacando otras de las reivindicaciones de la carta. “La unidad del sector andaluz es impresionante”, advierte. Seguir leyendo EL PAÍS
El sector andaluz de la Cultura ha mostrado su más profundo rechazo ante la decisión de la Junta de Andalucía de destinar una subvención directa “de carácter excepcional” de 600.000 euros, provenientes de “varios remanentes” de la Consejería de Cultura, para sufragar la celebración del II Congreso de Hermandades y Cofradías, que se celebra entre el 4 y el 8 de diciembre en Sevilla. Esos fondos sobrantes van destinados al Consejo de Hermandades y Cofradías, una entidad privada. “Sentimos que nos están tomando el pelo, ¿cómo se puede hablar de que hay dinero sobrante en la Consejería de Cultura, cuando al sector cultural no nos sobra nada, al contrario, nos falta una inversión pública que llevamos años demandando”, se lamenta Nines Carrascal, miembro de la junta directiva de la Asociación de Distribución Escénica Andaluza (ADEA).
Ella es una de las impulsoras de la carta de 15 entidades han remitido a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, para manifestar su “sorpresa y estupefacción” porque la administración andaluza “adjudique directamente una cantidad tan importante a una entidad privada” cuando “para la promoción de todo el sector del teatro, la música, la danza y el circo en Andalucía apenas se destina el doble de esa cantidad durante todo el año”, según indica la misiva. “Llevamos años escuchando por parte de la consejería que no hay fondos suficientes y soportando recorte. No pueden vendernos ese discurso y ahora encontrarnos con que hay remanentes”, indica Raquel Madrid, responsable de comunicación de la Asociación Andaluza de Profesionales de la Danza (PAD), que es la que encabeza el escrito, cuya reclamación comparten, entre otras, la Asociación de Cineastas de Andalucía que también este jueves exigió conocer “de qué partidas sin ejecutar” provienen los fondos destinados al Congreso Internacional de Cofradías.
Esta subvención extraordinaria se aprobó en el pasado Consejo de Gobierno del 26 de noviembre, apenas una semana antes del arranque de un macroevento cofrade que lleva meses preparándose. Su organización y seguridad ha supuesto un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento hispalense, porque el congreso culmina con una procesión magna donde, además de algunas de las imágenes más representativas de la ciudad, salen pasos venidos de otros municipios cercanos, con lo que se espera una afluencia extra de más de un millón de personas, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, que con las luces navideñas encendidas atrae hasta el centro a los sevillanos de los barrios y de la periferia, y el partido de Liga entre el Real Betis y el F.C. Barcelona. El consistorio ha destinado 2.450.000 euros para el evento, repartidos entre Policía Local, Bomberos, limpieza o movilidad, entre otros.
La aprobación de esta subvención por la vía de excepción y con tan estrecho margen en relación con su celebración, incrementa las sospechas del sector andaluz de la Cultura. “Da la sensación de que ese dinero ya estaba previsto que se fuera a destinar a eso y lo han cambiado de cajón, pero eso es un agravio para nuestro sector. Por eso queremos que se nos explique su origen y este movimiento de ultimísima hora”, abunda Carrascal. “Si hay un sobrante, que nos lo adjudiquen a nosotros, pero a través de un procedimiento ordinario”, añade.
“Se les entrega de manera directa a una entidad privada, cuando nosotros tenemos que seguir unos procedimientos con una burocracia estrangulante”, insiste Carrascal. Y es que en la carta también se hace alusión al “procedimiento tan poco usual como es una subvención de carácter excepcional”. Fuentes de la Consejería esgrimen que ese mecanismo está justificado “por razones de interés público, económico y social” debido al impacto económico del congreso y todas las actividades culturales y científicas, como exposiciones o conciertos.
Casi un millón de euros por ingresos privados
Los organizadores del congreso, la Archidiócesis de Sevilla y el Consejo de Hermandades, ya se han ingresado 755.000 euros, provenientes de la venta de las sillas para ver la procesión en el recorrido oficial y otros 225.000 que han recibido por las inscripciones de los participantes, la mayoría de hermandades de la capital andaluza. Estos fondos se destinarán a cubrir las necesidades del evento y un 30% se destinará a obra social.
Desde el ámbito de la Cultura llaman la atención sobre la situación del sector de las artes escénicas que “se encuentra exhausto”, como recalca Carrascal. “Nosotros somos sector productivo andaluz, somos empresas, tenemos trabajadores, creamos empleo, somos productores de talento, pero no estamos apoyados por la Consejería, por eso nos sentimos interpelados cuando nos enteramos de que hay dinero sobrante. Es una burla”, añade. En la carta se aportan datos de esa reducción presupuestaria: En 2016, el sector escénico andaluz solicitó ayudas por un total de 3,2 millones de euros, de los que se concedió el 28% (900.000 euros). En 2023, solicitó por 7,4 millones, pero en la resolución definitiva las ayudas se otorgaron a 50 de los 185 proyectos presentados, que representaron un 19% del total solicitado (1,4 millones). “Pero es que además esas ayudas son trampa porque en relación con el proyecto son pequeñas y eso acaba repercutiendo en la calidad del espectáculo, en los sueldos, provocando que nuestros espectáculos tengan menor capacidad competitiva que otros que se montan en otros territorios”, indica.
Mientras desde la Consejería de Cultura se trata de minimizar la polémica generada por el desconcierto y el enfado del sector, apelando a que “mantiene un contacto directo y permanente con los sectores culturales y creativos de Andalucía”, desde la PAD recalcan lo contrario. “La consejera no se ha reunido con nosotros. Queremos que nos cuenten cuál es la política cultural. Aún seguimos esperando que se destine el 2% del presupuesto a la cultura”, indica Madrid, destacando otras de las reivindicaciones de la carta. “La unidad del sector andaluz es impresionante”, advierte.