Los ecuatorianos que viven en Madrid empiezan a votar cinco horas antes que los de Ecuador. Cuando han metido el primer sobre a las nueve de la mañana de España, en Quito eran las dos de la madrugada; y cuando metan la última papeleta, a las cinco de la tarde, en Ecuador aún serán las 10.00. Mauro Ramiro Torres, de 69 años, es de los primeros en visitar las urnas en la que es la mayor diáspora ecuatoriana en Europa. Lo que se decida allí tendrá un impacto real en las elecciones más igualadas de la historia de Ecuador. Ha bajado de un vagón de metro lleno de gente a las 9.15 y se dirige entre una nutrida masa de personas al pabellón del recinto ferial de Madrid, a las afueras de la ciudad. Tiene claro su voto. Va a apoyar a la candidata apadrinada por el expresidente Rafael Correa (2007-2017) Luisa González, la opositora al actual presidente y candidato a la reelección Daniel Noboa. “Con Correa no había narcotráfico ni violencia”, afirma el hombre, que trabaja como portero en un edificio. La violencia que agita a la nación también toca la fibra sensible de los electores a este lado del océano.. Seguir leyendo
La violencia en su país de origen es también la mayor preocupación del electorado extranjero
Los ecuatorianos que viven en Madrid empiezan a votar cinco horas antes que los de Ecuador. Cuando han metido el primer sobre a las nueve de la mañana de España, en Quito eran las dos de la madrugada; y cuando metan la última papeleta, a las cinco de la tarde, en Ecuador aún serán las 10.00. Mauro Ramiro Torres, de 69 años, es de los primeros en visitar las urnas en la que es la mayor diáspora ecuatoriana en Europa. Lo que se decida allí tendrá un impacto real en las elecciones más igualadas de la historia de Ecuador. Ha bajado de un vagón de metro lleno de gente a las 9.15 y se dirige entre una nutrida masa de personas al pabellón del recinto ferial de Madrid, a las afueras de la ciudad. Tiene claro su voto. Va a apoyar a la candidata apadrinada por el expresidente Rafael Correa (2007-2017) Luisa González, la opositora al actual presidente y candidato a la reelección Daniel Noboa. “Con Correa no había narcotráfico ni violencia”, afirma el hombre, que trabaja como portero en un edificio. La violencia que agita a la nación también toca la fibra sensible de los electores a este lado del océano.. Más información. El futuro de Ecuador también se elige en Madrid. Ramiro, que se define como un hombre de izquierda “desde siempre”, apoya sin embargo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que viajó el jueves a Ecuador a apoyar a Noboa en el cierre de campaña. “Se le perdona. No sabe lo que hace. No conoce Ecuador”, sentencia Ramiro. Los apoyos que ha recibido Luisa González han venido de las fuerzas de la izquierda española, aunque ninguno ha viajado hasta allí. El expresidente española José Luis Rodríguez Zapatero envío un vídeo antes de que cerrase la campaña. “Conozco a Luisa. Es una mujer muy capaz”, dijo.. En la cola que hay frente a una urna, tres mujeres esperan pacientemente para meter su papeleta. Llevan gorras moradas, el color del partido ADN7, la lista de Noboa. “Si llevamos esta gorra allá nos meten una bala”, comenta Mency Morales, de 66 años. Ella lleva viviendo 27 años en España y ha visto el declive de su país desde el extranjero. “Viajo todos los años allí, pero ahora he dejado de hacerlo porque me da miedo”, añade. Ecuador se ha convertido en solo cuatro años en la nación más violenta de América Latina.. Mency Morales, a la derecha, junto a sus dos amigas en el recinto habilitado en Madrid para las elecciones de Ecuador.Álvaro Sánchez Martín. La embajadora de Ecuador en España, Wilma Andrade, explica que “los ecuatorianos siempre están conectados” con lo que ocurre en su país y que “la seguridad es ahora su primera preocupación”. El narcotráfico ha cogido poder en los últimos cuatro años. Según los datos que da la embajada en España, el 60% de la cocaína que entra en Europa sale ya del puerto de Guayaquil. Eso ha contribuido a que la cifra de asesinatos se dispare. En enero, el promedio era de uno cada hora. Ha sido el inicio de año más violento de su historia. Con ese escenario, el actual presidente Daniel Noboa ha decretado el estado de excepción en siete de las 24 provincias de Ecuador y en la capital, en Quito. La oposición ve con escepticismo esa decisión que se ha tomado a pocas horas de abrir las urnas. “Lo que están buscando es generar caos. Entendemos que son maniobras desesperadas”, señala una portavoz de Revolución Ciudadana, el partido de Luisa González.. Pero la violencia tiene también su repercusión en las elecciones. El problema con las extorsiones a civiles, las llamadas vacunas, ha llevado al Comité Nacional Electoral (CNE) a prohibir votar con el teléfono móvil de la mano. “Los extorsionadores piden a la gente que haga una foto de su papeleta cuando va a votar para asegurarse de que meten la papeleta que ellos quieren”, señala la embajadora. Pese a que esa prohibición no se aplica en España, en todas las mesas electorales tienen pegadas un cartel con un móvil tachado en rojo. “Es una medida disuasoria”, añade.. Tampoco se aplica en España la obligatoriedad del voto que sí hay en el territorio nacional, lo que ha descender notablemente la tasa de participación. En las elecciones de 2021, cuando Andrés Arauz ―el candidato de Rafael Correa― enfrentó al expresidente Guillermo Lasso en las urnas, la abstención entre los emigrantes ecuatorianos en España fue del 64% y en la cita de enero de 2025, durante la primera vuelta, rondó el 61%. Un encargado de coordinación de las elecciones en Madrid apunta a que este domingo está percibiendo más movimiento que nunca en unas elecciones de Ecuador en España. El panorama de igualdad de fuerzas que dan las encuestas, con a penas cuatro décimas de diferencia entre ambos candidatos, está movilizando más a los electores también en el extranjero. A las 12.30 de esta mañana, ya han votado 16.200 personas solo en Madrid y 31.000 en todo España.. Una cola de votantes frente a la urna en el centro electoral para ciudadanos ecuatorianos en Madrid.Álvaro Sánchez Martín. Es llamativa sin embargo la ausencia de jóvenes en el recinto electoral. Una de las pocas que ha ido a ejercer su derecho es Melany Guzmán, de 24 años. Lo ha hecho solo porque creía que en España también era obligatorio y, aunque apoye a Luisa González con convicción, no habría venido de haberlo sabido. Señala que entre sus amigos ecuatorianos que viven en Madrid se habla poco de política.. Marta García (de 47 años), que este año le ha tocado ser vocal de mesa, encuentra una explicación para este fenómeno. Ella tiene dos hijos, uno de 23 años y otro de 18. Ninguno ha votado. En su caso, ambos nacieron en España, están muy integrados en Madrid y a penas se preocupan por lo que ocurra en el país de origen de sus padres. “Faltan políticas que piensen en los migrantes para que los jóvenes se interesen más por nuestra cultura”, señala.. Pero cada papeleta cuenta en unas elecciones tan igualadas. En la primera vuelta, Daniel Noboa consiguió la victoria por 17.000 votos de diferencia frente a su opositora en un país en el que deciden casi 14 millones de personas. Solo en la capital española están en juego más de 70.000 votos. Son 189.654 en todo España, según los datos que da la embajada, que suponen el 42% de todo el sufragio desde el extranjero. Se da además un hecho sin precedentes. Por primer vez en la historia, la derecha ecuatoriana ha ganado en Madrid. Noboa sacó más de seis puntos de diferencia a González en la primera vuelta. Sin embargo, todo está aún por definir y, si realmente ha aumentado la participación como se sabrá dentro de unas horas, la tendencia puede cambiar a favor de la candidata de la izquierda.
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