Todos sabemos ya cómo se deshace Pablo Motos cuando viene un invitado extranjero, más en concreto de Hollywood. Suele ser una incómoda visión. Motos parece el dueño de un humilde chiringuito al que hubiera entrado, de repente, un torero. Venga mantel bueno, venga una ronda gratis de sangría de la casa. Y esos calamares a la romana, ponles bien de limón. Esto sólo sucede, claro, si el invitado es hombre. Si es mujer, sufrimos la ya clásica violenta oleada de vergüenza ajena con las galanterías de Motos.. Seguir leyendo
No puedo quitarme la imagen de los guionistas del programa (perfectos conocedores de su público) celebrando la ocurrencia de hacer cantar al actor por Manolo Escobar
Todos sabemos ya cómo se deshace Pablo Motos cuando viene un invitado extranjero, más en concreto de Hollywood. Suele ser una incómoda visión. Motos parece el dueño de un humilde chiringuito al que hubiera entrado, de repente, un torero. Venga mantel bueno, venga una ronda gratis de sangría de la casa. Y esos calamares a la romana, ponles bien de limón. Esto sólo sucede, claro, si el invitado es hombre. Si es mujer, sufrimos la ya clásica violenta oleada de vergüenza ajena con las galanterías de Motos.. Pero Bill Murray es un hombre (por cierto, ¿a señoras mayores lleva alguna vez?). Y, al ser Pablo Motos de esa generación que empezó con el stand up comedy, es también un fan del Saturday Night Live. Tanto él como la gente que está en el equipo de guion, es de suponer, porque hubo en el programa algunas preguntas de las que se hacen en las entrevistas cuando uno se ha molestado un poco en mirar su trabajo.. Por desgracia, en seguida se centró en lo de siempre: anécdotas sin enjundia, miscelánea de la wikipedia, y mucho peloteo del equipo a Motos. Bill Murray confirma (que no cuenta) que empezó a hacer comedia para hacer reír a su padre (él era el quinto hermano de nueve), y las hormigas, sin perder ripio, dicen: “a nosotros nos pasa lo mismo contigo, Pablo”. Motos sonríe, suave. Cómo no iba a estar suave si Bill Murray estaba inusualmente tranquilo (y esta mañana, por cierto, leo que no ha ido a la rueda de prensa que tenía programada), teniendo en cuenta la fama del actor.. Quizás sea la edad, quizás que venía desganado, pero el caso es que Bill Murray no estuvo especialmente vivo. Dio la impresión de que todas las respuestas las había dado muchas veces ya (quizás porque ya se lo han preguntado todo) y de que estaba, digámoslo claramente, trabajando. Estaba en ese registro de “charlas y seminarios” que tienen todos los nombres consagrados, donde cuentan las mismas anécdotas, hacen las mismas inflexiones de voz, y se emocionan en el mismo momento. Quizás llega un momento en el que las entrevistas no tienen ya tanto sentido.. Tan solo se creció un poco cuando tocó interpretar I feel pretty, una pieza de West Side Story, para la que tuvieron –tanto Motos como Murray– la deferencia de presentar a los músicos del show en vivo que el actor fue a promocionar: Vanessa Pérez, Mira Wang y, por supuesto, Jan Vogler, que para algo es la otra estrella del espectáculo.. Antes de eso vino (que no falte) la gracia paleta del día (la que se viraliza, por supuesto), que en esta ocasión fue cantar Mi carro, de Manolo Escobar. No puedo quitarme la imagen de los guionistas de El hormiguero (perfectos conocedores de su público) celebrando la ocurrencia en la sala de guionistas. Estas ideas tan de morning show de radio son, han sido y serán, el tronco de este tipo de programas. Las anécdotas con Hunter S. Thompson o George Harrison, el relleno. Dejo de lado el número de las aspiradoras y las armónicas que, si bien es una idea ingeniosa, tampoco me aportó gran cosa antes del sesudo debate con Nuria Roca, Juan del Val y compañía.. El hormiguero es lo que es, y nunca va a ser otra cosa que lo que es (el bajel en el que viaja el frágil ego de Pablo Motos), y aún así echaré de menos, con cada entrevistado potencialmente interesante, que esos 30 o 40 minutos de programa vayan a hacer una buena, interesante, e inspiradora entrevista. En su lugar, como siempre, otra “entrevista con famoso”. Pero, eh, que cantó una canción de Manolo Escobar y fue, por supuesto, líder de audiencia, con un 15,9% de cuota media de pantalla.
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