Un residente del barrio de Montecarmelo paseaba por el parque que tiene junto a su casa y pasadas las ocho de la mañana vio cómo llegaban operarios con motosierra escoltados por más de 30 agentes de la Policía Municipal. Dio la voz de alarma en uno de los más de 20 grupos y canales de WhatsApp con los que se coordinan los vecinos del distrito, el más numeroso tiene 3.348 participantes. Algunos son para vigilancia, otros para movilización e incluso tienen uno de asesoramiento jurídico en el que participan cinco letrados. Pocos minutos después del aviso ya había allí un nutrido grupo de personas muy enfadadas porque el Ayuntamiento de Madrid está quitando árboles para poner en su lugar un cantón de limpieza y una base de Selur. Llevan ya 20 meses luchando y han perfeccionado su organización. La resistencia del barrio está perfectamente coordinada. Los que tienen casas con vistas al parque dan el aviso cada vez que hay un movimiento extraño y todo se moviliza en segundos. “Podemos llegar muy rápido a todo el mundo”, señala Miguel Ángel Carretero, uno de los vecinos más implicados. La tala de árboles llega a pocos días de que el barrio se vacíe por las vacaciones de Semana Santa, pero eso no les preocupa. “Tenemos un calendario para estas cosas. Aunque es lo que están intentando, no nos van a pillar desprevenidos”, añade Carretero.. Seguir leyendo
Los vecinos supervisan cada día la zona donde el Ayuntamiento de Madrid quiere instalar un cantón de basura. El miércoles y el viernes obligaron a personarse a la policía.
Un residente del barrio de Montecarmelo paseaba por el parque que tiene junto a su casa y pasadas las ocho de la mañana vio cómo llegaban operarios con motosierra escoltados por más de 30 agentes de la Policía Municipal. Dio la voz de alarma en uno de los más de 20 grupos y canales de WhatsApp con los que se coordinan los vecinos del distrito, el más numeroso tiene 3.348 participantes. Algunos son para vigilancia, otros para movilización e incluso tienen uno de asesoramiento jurídico en el que participan cinco letrados. Pocos minutos después del aviso ya había allí un nutrido grupo de personas muy enfadadas porque el Ayuntamiento de Madrid está quitando árboles para poner en su lugar un cantón de limpieza y una base de Selur. Llevan ya 20 meses luchando y han perfeccionado su organización. La resistencia del barrio está perfectamente coordinada. Los que tienen casas con vistas al parque dan el aviso cada vez que hay un movimiento extraño y todo se moviliza en segundos. “Podemos llegar muy rápido a todo el mundo”, señala Miguel Ángel Carretero, uno de los vecinos más implicados. La tala de árboles llega a pocos días de que el barrio se vacíe por las vacaciones de Semana Santa, pero eso no les preocupa. “Tenemos un calendario para estas cosas. Aunque es lo que están intentando, no nos van a pillar desprevenidos”, añade Carretero.. Los operarios llegaron el viernes por la mañana, pero solo dos días atrás ya habían talado 23 árboles de la zona frente a una masa de gente furiosa. Tuvieron que parar después de que la concejala del PSOE, Emilia Martínez, pidiera la autorización y comprobase que parte de ella estaba caducada. La jefa al mando de los trabajos dijo en ese momento que no iba a seguir, pero a los dos días volvió y eso ha irritado aún más a los residentes del que está siendo el barrio más combativo de la capital. Una mujer ha estado subida a un cedro durante dos horas para evitar que lo talen, otra se ha encadenado a él y un grupo más ha estado sentado dentro del perímetro de seguridad hasta que la Policía les ha amenazado con multarles. “El diálogo de Almeida es la motosierra”, critica un portavoz de la Asociación de Vecinos de Montecarmelo.. Más información. Los vecinos de Montecarmelo salen a la calle y paralizan una tala de árboles “a traición”: “Es la motosierra de Almeida”. El coordinador de los trabajadores ha asegurado que no se ha talado ningún ejemplar, que solo es una “limpieza de chupones”. Es decir, una poda. “Eso es lo que se llama una tala encubierta”, contesta una vecina muy enfadada. “Dejas el árbol en la mínima expresión, llegas mañana, metes un hachazo y se acabó”, añade. Para Miguel Ángel Carretero, un portavoz de la Plataforma de Afectados por el Cantón de Montecarmelo, lo que ha ocurrido este viernes no es más que “un mensaje” del Ayuntamiento a los vecinos. “Quieren hacer ver que la parcela es suya”, opina. “Es una táctica para amedrentarnos, pero lo llevan claro”, remata. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dicho que el comportamiento de los residentes de ese barrio del norte de Madrid no está siendo “admisible” y ha advertido: “Por la vía de la fuerza no van a conseguir nada”. Almeida olvidaba que todos los grupos de la oposición, Más Madrid, PSOE y Vox, llevaban una propuesta que avalaba la petición de los vecinos.. Los vecinos de Montecarmelo frente al lugar donde se está llevando a cabo la tala en ese barrio, este viernes por la mañana.Álvaro Sánchez-Martín. “Son ellos los que están utilizando toda su fuerza”, dice un vecino en referencia a los más de 30 efectivos tanto de la Policía Municipal que se han desplazado para controlar que los trabajos salgan adelante sin incidentes. Sin embargo, los residentes no han dado un respiro y han puesto de los nervios a todo el que estaba dentro de la zona balizada. Había empezado a llover con fuerza y el suelo del parque empezaba a embarrarse, pero ellos seguían allí plantados. Los jefes de la empresa que lleva a cabo los trabajos y su cuadrilla de operarios con motosierra también. Solo uno de ellos llevaba casco. En un momento de caos, cuando dos mujeres empezaron a forzar la línea de seguridad, un agente corrió para evitar que entraran en la zona y una rama cayó a poco más de un metro de él.. Ese suceso aislado no ha parado a los trabajadores, que han seguido cortando ramas durante más de media hora. El miércoles cuando llegaron a la parcela sí que tuvieron que detenerse porque la concejala socialista Emilia Martínez pidió a los agentes municipales que había allí que le enseñasen la autorización municipal para cortar árboles. Ellos a su vez se lo pidieron a la jefa del departamento de jardinería de IGM ―la empresa subcontratada para cortar los árboles―que estaba allí y lo leyeron en alto. Comprobaron que la orden con la que operaban estaba parcialmente caducada. En el documento se habla de la tala de algunos ejemplares y del traslado de otros, pero el permiso para trasplantarlos venció en marzo. Pese a que no llegó a realizar ninguno, ese fue el momento en que la encargada de la empresa dijo que no iba a continuar con los trabajos.. El Ayuntamiento ha tramitado un nuevo permiso y la jefa de IMG ha vuelto. Ella es además residente de ese barrio y eso no ha sentado nada bien a sus vecinos. “¡No te dejes ver mucho por aquí y ándate con ojo!”, le gritó una vecina. Finalmente, tanto ella como los otros dos responsables de la empresa que habían acudido a supervisar la poda abandonaron el recinto escoltados por la Policía Municipal en un coche oficial.. El ambiente entre vecinos y Ayuntamiento de Madrid se está crispando cada día más ante la incomprensión de los partidos de la oposición. “No entendemos que el delegado [de Medio Ambiente, Urbanismo y Movilidad] Borja Carabante siga adelante con el proyecto aquí”, señala la concejala socialista, que ha vuelto este viernes a la zona. “Nadie dice que no sea necesario un cantón, pero que lo hagan en otro sitio”, opina. “Nadie, excepto Almeida y Carabante, lo quieren ahí”, ha señalado José Luis Nieto, de Más Madrid. Un hombre que no quiere dar su nombre, pero que tiene a su hijo en el colegio alemán, a pocos metros de donde se hará la instalación de limpieza, justifica su enfado con una metáfora: “Poner un cantón en una zona residencial es como poner el cubo de la basura de casa al lado de la cama”.. Una vecina de Montecarmelo subida a un cedro para evitar que lo corten en la parcela en la que se está llevando la tala, este viernes. Cedida por los vecinos.. Para la gente que vive cerca de esa zona, la ofensa es ya personal. Muchos la usan como parque. Sabela Bedoya es la mujer que ha estado más de dos horas subida a uno de los tres cedros que hay dentro del perímetro acordonado. “Ese árbol es una joya y estaba marcado para talar”, señala. Lleva 20 años viviendo en Montecarmelo y va allí a diario para pasear a su perro o para pasar tiempo con sus dos hijos pequeños al aire libre.. Los vecinos propusieron al concejal delegado la alternativa de trasladar el cantón a una parcela del barrio de Las Tablas, muy cerca de allí, pero que está en una zona industrial. Para atar bien su iniciativa consiguieron el apoyo de la asociación vecinal de ese barrio, que firmó junto con otras cuatro asociaciones más de barrios del norte de Madrid una petición conjunta. A esa iniciativa se sumaron todos los partidos de la oposición municipal. Sin embargo, el delegado de Urbanismo rechazó esa idea porque, según él, no es viable ni técnica ni urbanísticamente.. No coincide con él ninguno de los partidos de la oposición, que han estudiado la propuesta. “La zona es perfectamente viable”, ha dicho Martínez (PSOE) “Todos los grupos municipales, excepto el PP, pedimos un cambio de ubicación”, se ha sumado José Luis Nieto (Más Madrid). Y ha rematado: “Tienen fijación en meter y sacar 80 camiones a diario en una instalación pegada a las viviendas, al lado de coles, escuelas infantiles y parques”.
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